Tratamiento de la fase sanguínea de P. vivax

Tratamiento de la fase sanguínea de P. vivax: cloroquina, artemisinina y quinina

Blood stage treatment

En la mayoría de los países endémicos, la cloroquina continúa siendo el tratamiento de primera línea para la malaria por P. vivax. Sin embargo, se ha detectado resistencia a la cloroquina en muchas regiones y en algunos casos se ha sustituido por terapias de combinación de artemisinina (ACT). Hay que tener en cuenta que las ACT también son el tratamiento de primera línea para la malaria por P. falciparum.

En las zonas donde hay resistencia a la cloroquina, la malaria por P. vivax en adultos y niños se trata con ACT, excepto en las mujeres embarazadas durante su primer trimestre, que deben recibir tratamiento con quinina.1

La detección de la resistencia a la cloroquina se ve complicada por la imposibilidad de diferenciar entre una reagudización causada por un tratamiento ineficaz, una recaída o una reinfección (véase recaídas de P. vivax). Por tanto, las recaídas antes del día 28 pueden considerarse tratamientos fallidos, asumiendo que se alcanzaron concentraciones plasmáticas adecuadas de cloroquina. En consecuencia, para calcular la resistencia a la cloroquina es necesario lo siguiente:2

  • Tratamiento supervisado con una 8-aminoquinolina.
  • Seguimiento clínico y parasitológico hasta el día 28.
  • Concentraciones plasmáticas de cloroquina en el día 28.

Los pacientes con P. vivax no solo deberían recibir cloroquina o un ACT, sino que estos deben administrarse en combinación con una 8-aminoquinolina (primaquina o tafenoquina) para lograr una cura radical y prevenir recaídas (véase recaídas de P. vivax), a menos que haya restricciones para el tratamiento con 8-aminoquinolina (véase restricciones de uso para la primaquina y la tafenoquina).