Diagnóstico de la malaria por Plasmodium vivax

Trabajador sanitario y paciente en una consulta

Los signos y síntomas clínicos por sí mismos no permiten diagnosticar con precisión el P. vivax. Todos los presuntos casos deben confirmarse con una herramienta diagnóstica: bien mediante microscopia óptica, pruebas de diagnóstico rápido (PDR) o métodos moleculares. Todos estos métodos exigen una muestra de sangre venosa o capilar. Los diagnósticos de los parásitos de la malaria, incluido el P. vivax, aparecen en la Lista de diagnósticos esenciales de la OMS de reciente publicación, lo que hace hincapié en su importancia como herramientas críticas para muchos países.

Problemas a la hora de diagnosticar P. vivax

Existen varios problemas con las distintas fases del ciclo de vida de P. vivax que complican su diagnóstico. Entre ellos figura la baja densidad parasitaria y el complejo ciclo de vida del parásito.

Baja densidad parasitaria

  • Los merozoítos de P. vivax solamente invaden los eritrocitos inmaduros (reticulocitos). Como estos aparecen casi siempre en la médula ósea, en lugar de en el torrente sanguíneo, las densidades parasitarias en sangre suelen ser bajas, haciendo más difícil la detección del parásito.
  • La biomasa del parásito se concentra mayoritariamente en los tejidos extravasculares (médula ósea y bazo) y la parasitemia en el cuadro clínico inicial es, como media, 3 o 4 veces inferior con P. vivax que con P. falciparum.1
  • Para diagnosticar con fiabilidad la malaria por P. vivax sintomática, el límite de detección de cualquier prueba debería ser un mínimo de 25 parásitos/µl e idealmente no más de 5 parásitos/µl en sangre.1
  • Actualmente, la concentración parasitaria detectable más baja para la malaria por P. vivax sin complicaciones es normalmente inferior a 5 parásitos/ul en sangre y su detección no puede lograrse con los métodos de diagnóstico clínico disponibles actualmente.1

Un ciclo de vida complejo

  • Los gametocitos aparecen aproximadamente al mismo tiempo que los parásitos asexuales, usualmente antes del inicio de los síntomas. Por tanto, las personas pueden ser infecciosas antes de ser diagnosticadas.
  • Los hipnozoítos de P. vivax que permanecen latentes en el hígado no pueden detectarse con los métodos diagnósticos actualmente disponibles.